Como Defenderte si Estás Sola y en Peligro: Parte III

CASO 3. Viaje en el Taxi


Yendo retrasada para llegar a su prepa, a esta chica se le aproximó un taxi ofreciéndole llevarla. A sabiendas de que gastaría mucho dinero, ella aceptó, pero resultó que el taxista, aparentemente intoxicado, tomó rumbo hacia otra parte de la ciudad dirigiéndose a una zona donde abundan los moteles de paso. Cuando se hizo evidente que el taxista no iba a su destino original, ella solicitó que la dejaran bajarse, pero él se negaba aduciendo que era mejor ir a “divertirse”. Ella decidió seguirle el juego pero pidió bajarse a una tienda de abarrotes a comprarse un café, que siempre toma en la mañana. El taxista quiso bajarse él a comprarlo, pero ella alegó que él no sabría cómo le gusta. Una vez adentro del abarrotes, ella pudo pedir ayuda, logrando que uno de los que atendían la tienda saliera a decirle al taxista que se fuera o llamarían a la policía.

EL ERROR


El subirse a un vehículo que ofreció llevarla a su destino. Puede parecer injusto y es increíble que una deba de cuidarse de subirse a un carro que se dedica a transportar gente, pero al hacerlo de la manera como lo hizo esta chica fue meterse a la guarida del lobo.

QUÉ HACER


De hecho, lo que hizo la chica es lo correcto. Nunca perdió la calma, le siguió el juego a su agresor y fue ingeniosa. Incluso, la chica afirma que hasta le daba risa la situación, ya que el tipo era, a su manera, patético.

La manera de evitar algo así es simple: no subirse al vehículo de quien te ofrece llevarte y no lo conoces, aunque sea un taxi. En estos casos, uno debe de fijarse que sea un taxi con licencia y no uno pirata, lo normal es que uno pirata no tenga torreta de “TAXI” en el techo ni tenga los teléfonos de una central de taxis pintados en el carro.

Si te tienes que subir a un taxi, SIEMPRE debes de ser tú quien solicite uno, de preferencia pedirlo por teléfono a una central o bien tener detectada dónde pueda haber una base cercana. SIEMPRE súbete al asiento trasero, procurando tener el seguro abierto, y asegúrate de tener tu celular a la mano para llamar a emergencias en caso necesario, que no necesitas saldo para llamar a esos números.

CUIDADOS Y RECOMENDACIONES GENERALES


Como hombre tengo que decirte varias cosas:

Primero: no es justo que una chica tenga que irse por la vida cuidándose de todo el mundo, pero desafortunadamente vivimos en una sociedad en la que a los hombres se les aplaude y hasta se les alienta para ser machistas. Todavía no se acaba de darle su lugar a la mujer en un tipo de pensamiento retrógrado en la que se considera a la mujer culpable de lo que le pase a sí misma.

Segundo: NO ES CIERTO QUE VESTIRSE DE MANERA PROVOCATIVA O DE LA MANERA QUE SE TE DÉ LA GANA PROVOQUE VIOLACIONES. La violación suele ser una cuestión de enojo o de querer tener poder sobre otra persona, no de sexo. La agresión sexual se da en los momentos en los que se ve la oportunidad, no importando la manera como te vistas, la edad que tengas o incluso cómo te veas.

Tercero: Hay consejos que tengo que darte:

  1. Cómprate y lleva siempre contigo gas pimienta. Es fácil de encontrar en cadenas de abarrotes, ferreterías, supermercados o farmacias.
  2. Cuando vayas por la calle, siempre ten tus llaves en la mano haciendo picos para poder usar las puntas en tu puño para defenderte.
  3. Practica el tino con tus patadas para en caso necesario defenderte como te expliqué. Al principio puedes fallar mucho pero es algo que se gana entrenando. No importa que te sientas frustrada o que estés haciendo el ridículo, esto puede salvarte.
  4. Hay otros golpes que puedes intentar: si te agachas un poco, puedes apuntar y tirar un golpe con fuerza a la nariz o a la barbilla del atacante, esto puede provocar que lo noquees.
  5. Si ya te tiraron al suelo o te tienen agarrada y no tienes manera de zafarte o defenderte, grita fuerte, di que estás embarazada, que tienes SIDA, herpes o sífilis, etc.
  6. Otra cosa que puedes hacer si te tienen contra el suelo, es apuntar a la cara del agresor y darle varios cabezazos, sin darle oportunidad de reaccionar.



Recuerda, no tienes por qué aguantarle nada a nadie. Si te agreden, no fue tu culpa ni tienes por qué avergonzarte, es cierto que te pueden atacar hasta en las situaciones más cotidianas y en momentos que una debería sentirse segura, pero si no pierdes la calma, tienes a la mano con qué defenderte y recuerdas las recomendaciones que te dí, tienes muchas posibilidades de salvarte.

Más adelante publicaremos más artículos útiles para que aprendas a evitar situaciones de peligro y a defenderte si alguien te ataca, mientras tanto cuídate.

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